
Junto a los eurodiputados, varios personajes insignes estarán presentes con permiso de la Justicia española: el peneuvista Gorka Aguirre, recaudador de los asesinos y Rafael Díez Usabiaga, del sindicato etarra LAB. Tampoco podía faltar el sacerdote irlandés Alec Reid, un habitual en saraos filoterroristas.
Todo ello cuando la banda acaba de dejar claro lo que entiende por diálogo. Hace menos de 24 horas un comando de cinco encapuchados robaba 300 revólveres, 50 pistolas y munición en el almacén de una empresa de importación de armas, cerca de la ciudad francesa de Nimes. Un curioso modo de entender el alto el fuego permanente.
En unas horas comienza el akelarre nacionalista, en palabras de la socialista vasca Rosa Díez.