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martes, noviembre 28, 2006

Polonio 210

Nadie escapa a los largos tentáculos de Vladimir Putin. No importa lo bien que se esconda o lo lejos que se encuentre de la madre Rusia. El establishment autoritario trazado por los residuos decadentes del temible KGB, parte de la élite económica rusa y la mafia, no hace prisioneros y no duda en eliminar a cualquiera que se interponga en el camino del poder total.

El último caso, el del ex-espía Alexander Litvinenko, envenenado hasta morir con material radiactivo (supuestamente polonio 210), es el último nombre de una larga lista de periodistas y opositores liquidados o encarcelados. La tragedia ha hecho revivir a Europa los tiempos de la Guerra Fría y le ha permitido ver de nuevo los dientes afilados del líder ruso. Y es que las averiguaciones de Litvinenko inquietaban al Kremlin desde hace años. Desde sus informaciones acerca de falsos atentados organizados por el servicio secreto (FSB) que le costaron la vida a unas 300 personas y se atribuyeron a los terroristas chechenos, hasta la sombra del Gobierno tras el asesinato de la periodista Anna Politkovskaya.

Mientras, la comunidad internacional mira para otro lado ante los modos expeditivos del presidente ruso, obsesionado con garantizar la perpetuidad de un régimen que es de todo menos democrático. Un sistema que no admite críticas ni entiende la libertad de expresión, mientras forma parte del G-8 o es una de las cinco naciones con derecho a veto en la ONU. Sin embargo los modales de Putin no sacan de sus casillas a los líderes occidentales. Rusia tiene gas, petróleo, carbón, uranio y mucho poder. Una razón de peso.

martes, noviembre 14, 2006

Aldeanos Sin Fronteras

Es curioso cómo los nacionalismos siguen siempre unos patrones idénticos, calcados de los delirios totalitarios de principios y mediados del siglo XX, que también se aprovecharon de la distorsión de la identidad para iniciar sendas bastante tenebrosas. Al margen de su importante afición por falsear la Historia y fantasear con el pasado, los separatistas que padecemos en España tienen la manía de implicar a sus vecinos en sus ensoñaciones provincianas y expandir sus fronteras para fijar su espacio vital ideal.

Lo vemos en Vascongadas, con la pretensión de anexionar Navarra y las provincias vasco-francesas. También en Cataluña, con los Países Catalanes que se extienden por Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares, zonas de Murcia, Andorra e incluso Italia...Y en Galicia, donde algunos se empeñan en aumentar generosamente la superficie regional para incluir en sus mapas territorio castellano-leonés y asturiano. A nadie se le escapa que la reivindicación es totalmente anacrónica. Podría entenderse en el siglo XIX, pero es una rotunda estupidez en la Europa del libre flujo de ciudadanos y capitales.

El caso es incordiar y seguir alimentando el aldeanismo, que se traduce en votos cada 4 años. Por que al fin y al cabo, en eso consiste. El nacionalismo es hoy en día una opción política muy rentable que apenas necesita gasolina. El fenómeno se retroalimenta a sí mismo. No hace falta recurrir a sesudos argumentos para ganarse al electorado. Es más bien un acto de fe y de ignorancia.

lunes, noviembre 13, 2006

Del rosa al gris


El proceso de Zapatero va tomando un cariz preocupante. Sin la menor intención de ser agoreros empieza a hacerse evidente que nada funciona como nos prometieron. Los terroristas vuelven a atacar vidas humanas, se rearman, extorsionan y amenazan a quien osa interponerse en su camino. Sus reivindicaciones no han cambiado nada, aunque en La Moncloa se hayan armado de paciencia y expectativas infantiles.

No hay nada de malo en buscar la paz. Todo lo contrario. Pero da la impresión de que se ha cometido algún error de cálculo. O bien por desconocimiento de la verdadera naturaleza carroñera y miserable del enemigo o por el atolondramiento propio de la búsqueda ciega de votos. Los dirigentes socialistas ya han empezado a rebajar el vino con agua. El proceso de Zapatero ya no parece tan sencillo, la esperanza gratuita empieza a diluirse y las piedras en el camino son de tal calibre que no se pueden seguir sorteando sin sonrojarse.

Como decimos, no pretendemos ser agoreros. Lo que sí es fácil de intuir es que de continuar adelante, la negociación Gobierno-ETA se enfrenta a serios ajetreos. Al margen de la esencia asesina de los De Juana Chaos (esperemos que en esta ocasión tenga éxito en su terapia de adelgazamiento definitivo) y los Oteguis, el calendario político y democrático siempre juega a favor de los pistoleros. ¿O acaso no utilizarán como medida de presión la proximidad de unas elecciones para poner contra la pared al PSOE? Es tan sencillo como exigir sus condiciones o amenazar con volver a matar. No podemos permitirnos que el resultado de unas elecciones vuelva a estar en manos de los terroristas.