
El proceso de Zapatero va tomando un cariz preocupante. Sin la menor intención de ser agoreros empieza a hacerse evidente que nada funciona como nos prometieron. Los terroristas vuelven a atacar vidas humanas, se rearman, extorsionan y amenazan a quien osa interponerse en su camino. Sus reivindicaciones no han cambiado nada, aunque en La Moncloa se hayan armado de paciencia y expectativas infantiles.
No hay nada de malo en buscar la paz. Todo lo contrario. Pero da la impresión de que se ha cometido algún error de cálculo. O bien por desconocimiento de la verdadera naturaleza carroñera y miserable del enemigo o por el atolondramiento propio de la búsqueda ciega de votos. Los dirigentes socialistas ya han empezado a rebajar el vino con agua. El proceso de Zapatero ya no parece tan sencillo, la esperanza gratuita empieza a diluirse y las piedras en el camino son de tal calibre que no se pueden seguir sorteando sin sonrojarse.
Como decimos, no pretendemos ser agoreros. Lo que sí es fácil de intuir es que de continuar adelante, la negociación Gobierno-ETA se enfrenta a serios ajetreos. Al margen de la esencia asesina de los De Juana Chaos (esperemos que en esta ocasión tenga éxito en su terapia de adelgazamiento definitivo) y los Oteguis, el calendario político y democrático siempre juega a favor de los pistoleros. ¿O acaso no utilizarán como medida de presión la proximidad de unas elecciones para poner contra la pared al PSOE? Es tan sencillo como exigir sus condiciones o amenazar con volver a matar. No podemos permitirnos que el resultado de unas elecciones vuelva a estar en manos de los terroristas.
No hay nada de malo en buscar la paz. Todo lo contrario. Pero da la impresión de que se ha cometido algún error de cálculo. O bien por desconocimiento de la verdadera naturaleza carroñera y miserable del enemigo o por el atolondramiento propio de la búsqueda ciega de votos. Los dirigentes socialistas ya han empezado a rebajar el vino con agua. El proceso de Zapatero ya no parece tan sencillo, la esperanza gratuita empieza a diluirse y las piedras en el camino son de tal calibre que no se pueden seguir sorteando sin sonrojarse.
Como decimos, no pretendemos ser agoreros. Lo que sí es fácil de intuir es que de continuar adelante, la negociación Gobierno-ETA se enfrenta a serios ajetreos. Al margen de la esencia asesina de los De Juana Chaos (esperemos que en esta ocasión tenga éxito en su terapia de adelgazamiento definitivo) y los Oteguis, el calendario político y democrático siempre juega a favor de los pistoleros. ¿O acaso no utilizarán como medida de presión la proximidad de unas elecciones para poner contra la pared al PSOE? Es tan sencillo como exigir sus condiciones o amenazar con volver a matar. No podemos permitirnos que el resultado de unas elecciones vuelva a estar en manos de los terroristas.
1 comentario:
Tienes razon, en campaña prometió trabajo y pisos para los jóvenes. Soy joven y espero por las dos cosas. Ya hemos tenido una tregua trampa, y ahora le hacemos trampa a la paz. huelgas de hambre con jamon? paz robando armas?
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