Lo importante de este asunto es que la Justicia española no se ha bajado los pantalones ante el supuesto dilema moral. La vida del responsable de 25 asesinatos y once atentados no vale ni una milésima parte de la dignidad de nuestra Justicia, aunque algunos políticos -como el líder de IU, Gaspar Llamazares- pidan para él un trato más "humano". En realidad su vida no vale nada. Ni siquiera los esfuerzos de los médicos que le alimentan contra su voluntad. Le deseo mucho éxito en su terapia de adelgazamiento.
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sábado, febrero 03, 2007
La dieta del pistolero
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